Una niña pequeña, proveniente de Brasil, disfrutaba las atracciones de un parque de diversiones, cuando de repente se encontró con un hombre de edad avanzada parecido a Santa Claus. En el camino, la pequeña trataba de seguir al hombre que distraídamente continuaba caminando, hasta que la pequeña lo tocó y volteó confundido.

La reacción del hombre fue sorprendente. En lugar de corregir a la niña y desilusionarla, decidió sumergirse completamente en el papel de Santa Claus. Comenzó a hablar con voz profunda y amigable, preguntándole a la niña sobre sus deseos navideños y escuchándola con atención.

La niña, con una sonrisa radiante, se tomó una fotografía junto al Santa improvisado. La escena rápidamente atrajo la atención de otros visitantes del parque, quienes comenzaron a aplaudir, convirtiendo el encuentro en un momento mágico y conmovedor.

La niña y el hombre demostraron que la magia de la Navidad puede aparecer en los momentos más inesperados y que el espíritu de la generosidad y la alegría pueden iluminar cualquier día del año.