El joven cantante, conocido por su estilo innovador en la música regional mexicana, protagonizó un episodio que pudo haber terminado en tragedia pues al estilo de Juan Gabriel cayo de espaldas desde el escenario a una altura de casi 2 metros.
Mientras interpretaba con emoción sus canciones, Cano decidió se aventurase a dar saltos hacia atrás mientras bailaba en el escenario, entregándose por completo a su interpretación, sin percatarse que se encontraba al borde del escenario. Inesperadamente, llegó al límite del escenario y sin tiempo para reaccionar, cayó de espaldas desde una altura de aproximadamente dos metros.
El equipo de apoyo del cantante actuó con rapidez y eficiencia para ayudar al artista a reincorporarse, evitando así que el incidente pasara a mayores.
Conmocionado por la experiencia, Natanael Cano se levantó y subió de nuevo al escenario como si nada hubiera pasado, compartiendo su impresión por lo que había sucedido, y entre risas nerviosas comentó «Nunca me había pasado algo así. Yo pensé que me iba a morir. Soy un chango». Sus palabras tranquilizaron al público en un accidente que pudo haber tenido consecuencias más graves.
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