El caso de Boris Baguim llama la atención mundial. Es un perro de tres años que se convirtió en empleado de la junta de distrito de Baguim do Monte, en el municipio de Gondomar en Portugal.
Boris está contratado por tiempo indefinido para dar amor y cariño a su personal a cambio de alojamiento, comida y atención.
Su historia comenzó cuando su dueña pidió ayuda para dar a Boris en adopción. Y es que el propietario de la vivienda en la que viviría no permitía mascotas, explicó el secretario del gobierno local, Marco Teixeira.
Por eso, acudieron a las redes sociales para preguntar si alguien quería adoptarlo. Mientras conseguían una nueva familia, el perrito cruzado con Shar Pei, era cuidado por turnos por los trabajadores de la junta.
Para formalizar su incorporación en la dependencia, le ofrecieron un contrato por tiempo indefinido. Boris aceptó y firmó el pasado 4 de septiembre con la huella de su pata delantera.
El perrito se compromete a realizar funciones de guardia, proteger los bienes de la junta, dar Amor y Cariño a todos los funcionarios y sus habitantes.
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